No sabemos tú, pero nosotros creemos en el reclutamiento interno. En la actualidad, es de los métodos más usados por los departamentos de recursos humanos ya que ofrece múltiples beneficios.
Y es que cada día son más aquellas empresas que apuestan por formar y educar a sus trabajadores para que puedan optar a mejores oportunidades. A final de cuentas, puede resultar aún más rentable a largo plazo, poder retener a perfiles con gran potencial.
De esta práctica se habla poco en el mundo empresarial, porque se tiene la idea de que la solución más sencilla es evaluar talento nuevo (aunque te decimos que no siempre es rentable).
¿Has llegado a pensar en el día en el que tus mejores talentos digan «Apaga y vámonos»? La posibilidad existe, y no queremos asustarte, pero sí que puedes replantearte la posibilidad de hacer promociones, ascensos o cambios de puesto.
Estamos listos para hablar sobre el reclutamiento interno, sus beneficios y algunos consejos para hacerlo con éxito, sin estrés ni quebraderos de cabeza:
¿Qué es el reclutamiento interno?
Se trata de un proceso de selección en el que se eligen trabajadores de la propia empresa. Tal y como su nombre indica, el proceso se ejecuta de manera interna sin considerar perfiles externos.
Lo que en palabras sencillas quiere decir que, los aspirantes al nuevo puesto de trabajo ya son empleados de la compañía .
Son varios los objetivos que tiene el reclutamiento interno, por ejemplo: reducir la inflación salarial u optimizar la rentabilidad. Además, tienes la ventaja de que te sirve como herramienta para evaluar el desempeño de los candidatos y candidatas.
Además, otro de los beneficios del reclutamiento interno es la motivación que se crea en el ambiente.
¿En qué se diferencia del reclutamiento externo?
El reclutamiento interno resulta más económico para las empresas ya que el proceso suele ser más rápido, los costes son menores y los candidatos y candidatas ya están familiarizados con las condiciones y la forma de trabajar de la empresa.
Lo que hace que sea más fácil adaptar el talento a las necesidades del puesto de trabajo. También, se convierte en una oportunidad para que los empleados se sientan reconocidos por su trayectoria en la empresa.
Beneficios del reclutamiento interno
Aunque te hemos dado algunas pistas en líneas anteriores, lo cierto es que podemos hablar de cada beneficio del reclutamiento interno con detalle para que tengas en cuenta lo que puedes conseguir:
1. Reduce el burnout de los empleados
Una de las causas de la baja productividad laboral es el burnout o el síndrome del trabajador quemado, que puede producirse cuando el empleado se encuentra sometido al estrés crónico, una misma rutina y un ambiente laboral en el que sienta estancamiento.
Como compañía, es indispensable que apuestes por un clima de cambio continuo que te permita tener a los trabajadores motivados y alineados con los cambios y necesidades que experimenta el sector de tu empresa.
Con el reclutamiento interno, demuestras que confías en la eficiencia y aptitudes de los empleados y además das pie a que sean más productivos y no se quemen.
2. Aumenta el nivel de compromiso
Las relaciones laborales también tienen que tener reciprocidad, como seres sociales que somos, necesitamos tener una sensación de que lo que damos también lo recibimos. Aún más, cuando se trata de los compromisos de trabajo.
Una empresa comprometida con sus trabajadores, que les escucha y les motiva a desarrollarse en todos los ámbitos consigue afianzar la relación laboral.
El reclutamiento interno es esa oportunidad para valorar las capacidades individuales de cada empleado y generar un compromiso aún mayor.
3. No tienes que empezar de cero
La ventaja que tienes con la promoción o ascenso de un perfil dentro de tu empresa, es que esa persona no tiene que pasar por los procesos de adaptación y onboarding, además, ya conoces cuáles son sus fortalezas y debilidades.
Así que no tienes que empezar desde cero. Y es que míralo desde esta perspectiva: ya la persona está adaptada al clima laboral de la empresa y la inversión sería únicamente la que hay que hacer en formación para esa persona seleccionada para el puesto.
4. Retienes al talento de alto nivel
Uno de los miedos que hace que una empresa evite formar más a sus empleados, es que desarrollen sus aptitudes al máximo y terminen yéndose a trabajar con la competencia.
Y en cierta medida esta proyección podría volverse realidad solo si la empresa no ofrece otros beneficios al trabajador, como por ejemplo, un clima laboral de calidad, un salario competitivo o un espacio que promueva la creatividad.
Así que el proceso de reclutamiento interno debe ser lo más personalizado y eficiente posible. Para que consigas así, retener talento de alto nivel.
¿Cuáles podrían ser sus desventajas?
Para que puedas analizar los pros y los contras del reclutamiento interno, hemos creado el siguiente listado con desventajas:
La existencia de candidatos es limitada.
No puedes tener en cuenta los puntos de vista de nuevos talentos.
Cabe la posibilidad de que se generen roces entre empleados del mismo equipo.
Quedará una vacante libre del puesto actual que tendrás que cubrir
Tipos de reclutamiento interno
Hay 4 opciones que puedes tener en cuenta en el momento que decidas llevar a cabo el plan de reclutamiento interno:
Promoción interna: sucede cuando se hace el movimiento del empleado a un puesto de mayor rango, con otras responsabilidades y un salario más atractivo.
Transferencia: se le conoce como transferencia al movimiento de un empleado entre una oficina a otra en una localización diferente. Cabe destacar que el trabajador puede solicitar este cambio y puede tener o no una promoción.
Reorganización: puede suceder por un cambio de socios o dueños de la empresa o reducción del personal contratado.
Cambio de roles: pasa en el momento en que el trabajador demuestra las aptitudes y destrezas para llevar a cabo otras funciones diferentes a las que cumple en el puesto actual. Es la forma más común de reclutamiento interno.
¿Cómo es un proceso de reclutamiento interno exitoso?
Es importante que el potencial sea el punto más relevante en el proceso. Hay ciertas habilidades blandas que son tomadas en cuenta en el momento de escoger, como la empatía, la resiliencia, la adaptabilidad y el positivismo; aunadas a las habilidades duras que han hecho resaltar a ese candidato entre otros.
Cabe destacar que, este proceso debe hacerse con la mayor transparencia posible, y además, tendrás que tener en cuenta lo siguiente:
1. Negociación acorde a las políticas
Las conversaciones poco formales acerca de las propias habilidades del candidato así como de lo que obtendrá si es elegido para el puesto, tienen que estar acompañadas de negociaciones formales en las que estén presentes las políticas de la empresa.
Los requisitos, condiciones, responsabilidades del perfil y la remuneración económica deben ser tratadas en una primera instancia.
2. Patrocinio de la oferta de empleo
Es importante que notifiques a todos los empleados por igual acerca de la oferta que se encuentra disponible. Puedes hacerlo vía correo electrónico, boletines impresos, newsletter interna, en una presentación o reuniones con el equipo.
3. Análisis con objetividad
El filtro debe ser equitativo y transparente para evitar el favoritismo entre empleados. Recuerda que serán evaluados por las habilidades y aptitudes que les hace ser candidatos de pleno derecho para la vacante.
4. Comunicación efectiva
El siguiente paso es poder comunicar al candidato elegido la decisión que se ha tomado en la compañía , así como tienes que tomar el tiempo necesario para comunicar a aquellas personas que no fueron elegidas.
¿Qué otra cosa puedes hacer en este punto?
Tener en cuenta y reconocer el esfuerzo que han hecho los demás empleados de prepararse para el puesto.
Crear otras oportunidades de expansión dentro de la misma empresa.
Incluir múltiples fuentes de evaluación.
Permitir un equilibrio entre el reclutamiento interno y el externo.
Tips para retener talento en tu empresa
Lo primero que tienes que hacer es evaluar si es la mejor opción para el puesto que está disponible.
Siempre, desde una perspectiva estratégica que te permita identificar si estarías perdiendo a un empleado de altísima capacidad para el puesto que posee actualmente o, si tiene la capacidad de cubrir la nueva posición con éxito.
Potencial, desempeño y aptitudes van de la mano para analizar correctamente a cada perfil, mucho más que la antigüedad del trabajador dentro de la empresa.
Por tanto, también, podrías tener en cuenta lo siguiente:
1. Debe existir liderazgo
Cada vez son más los trabajadores que huyen del perfil del jefe y buscan más la figura del líder en las empresas. Así que tiene que existir una persona en la que puedan encontrar presencia, guía y apoyo que fomente la motivación.
2. Equilibrio y flexibilidad laboral
Un mundo que está en constante cambio exige que las empresas ofrezcan soluciones inmediatas a estos cambios..
Dentro de las compañías tiene que existir un equilibrio entre la vida familiar y el trabajo, lo que conlleva no solo a que el talento se quede en la empresa, sino que también pueda compatibilizar su vida personal con la laboral.
Así que sí o sí, tienes que apostar por la flexibilidad laboral para que el trabajo no se convierta en un problema para los empleados.
3. Posibilidad de promoción
Una de las motivaciones que hacen que una persona decida permanecer en una misma empresa, es la posibilidad de promoción interna. Que existan nuevos objetivos que alcanzar así como la idea de ganar más dinero, son factores que incrementan el nivel de motivación.
No cabe duda de que el reclutamiento interno destaca por sus múltiples beneficios, aunque sí tienes que tener en cuenta que la cantidad de candidatos puede ser reducida en comparación a los nuevos talentos que puedes atraer a la empresa.
Si promocionas a un trabajador, ten en cuenta que el puesto que ocupa en este momento quedará libre.
Por eso, es importante que tengas presente que puedes aprovechar tanto el reclutamiento interno como el externo para encontrar a los perfiles ideales para ambas vacantes.
Así que los candidatos que atraigas a la empresa deben coincidir con las políticas, filosofía y cultura de la empresa.
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