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Define un Employee Value Proposition único: Te guiamos paso a paso

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Marina Rubio Content Manager
6 de diciembre de 2021 4 min de lectura

Contar con una guía para definir el Employee Value Proposition o EVP (Propuesta de Valor del empleado) es una de las pautas fundamentales de toda estrategia de employer branding e inbound recruiting.

Con el aumento acelerado de la competencia en el mercado laboral, es fundamental que las empresas identifiquen (y sepan transmitir) por qué alguien se interesaría por ser parte de ella. La clave es usar esa propuesta de valor para los empleados como una ventaja competitiva a la hora de atraer y retener el mejor talento.

En este insight te guiamos, paso a paso, en la creación de una Propuesta de Valor para Empleados que marcará un antes y un después en toda la gestión de talento de tu organización.

¿Qué es el Employee Value Proposition?

Para definir qué es la propuesta de valor para el empleado (Employee Value Proposition o EVP) basta con responder las siguientes preguntas: ¿Por qué alguien preferiría trabajar en tu empresa antes que con un competidor? ¿Qué ofreces a tus empleados que te hace destacar?

El Employee Value Proposition o EVP es el grupo de beneficios que una empresa ofrece a sus empleados como reconocimiento a su trabajo. Es una carta de presentación que es clave para atraer candidatos afines con la cultura de tu empresa y hacerles saber por qué eres un gran empleador.

Un EVP bien estructurado funcionará como una hoja de ruta en tus estrategias de employer branding. Contar con un clima laboral agradable, oportunidades de crecimiento, compensaciones y cualquier beneficio enfocado en el bienestar de tus empleados, es fundamental a la hora de pensar y comunicar tu propuesta de valor.

¿Por qué es importante definir la Propuesta de Valor de Empleados?

Ser conscientes de la importancia del Employee Value Proposition ayudará a involucrar a todo el equipo en la cultura de la empresa. Y esto influye directamente en el reclutamiento y retención de talento.

El 91% de los candidatos considera la cultura de las organizaciones por encima del salario y el 80% tiene en cuenta la marca empleadora para solicitar un puesto.

Una propuesta de valor sólida ayudará a la empresa a:

  • Atraer candidatos identificados con la cultura de la organización. Es más fácil atraer el talento que deseas cuando tienes razones de peso para que quieran postularse.

  • Retener a las mejores contrataciones durante más tiempo, reduciendo así la rotación de personal y los costos de contratación. Es poco probable que un empleado adaptado a la cultura de tu empresa acepte una oferta con algún competidor.

Gestionar el talento de tu empresa acorde a la propuesta de valor para el empleado hará que tu equipo valore la organización, sea más productivo y permanezca más tiempo en ella. Eso sí, no puede ser que “vendas” una propuesta de valor y no la cumplas.

Para que no pierdas esto de perspectiva, hemos diseñado una guía que te ayudará a definir el Employee Value Proposition de tu organización y la uses como parte de tu estrategia para atraer talento.

Fases para definir el Employee Value Proposition de tu empresa

Fase 1: Suma a todo el equipo desde el inicio

Da igual el tamaño de tu empresa. Si tiene 3 o 3 mil empleados. La definición del Employee Value Proposition tiene que ser un esfuerzo común en el que recibas una retroalimentación de todos los miembros del equipo.

Es importante que tus empleados reconozcan por qué se crea el EVP y cómo puede ayudar a la empresa. Por tanto, es fundamental que los comprometas y, desde el inicio, les involucres en el proceso.

  • Déjales saber que este ejercicio también los beneficiará a ellos y no es solo una estrategia para captar nuevos talentos.

  • Define un cronograma y compártelo con todo el equipo.

  • Motiva la participación de todos los empleados en las actividades relacionadas con este proceso. Es común, por ejemplo, pedirles que participen en grupos focales o respondan alguna encuesta.

  • Explica la posibilidad de que ocurran algunos cambios en la estrategia de contratación, las comunicaciones de la empresa y los beneficios para los empleados.

Fase 2: Investiga el EVP de tus competidores

La construcción de toda propuesta de valor lleva un análisis previo de la competencia. Este análisis es necesario para identificar qué ofrecen a sus empleados que pudiera ser igual de atractivo para el talento que pretendes atraer.

Esta información te ayudará a tener en cuenta lo que buscan los candidatos en una empresa y distinguirte en el mercado.

Fase 3: Analiza toda la información que tienes disponible

Llegados a este punto, es fundamental que uses toda la información a la que tienes acceso (incluidos registros e informes anteriores) para identificar 5 puntos críticos para diseñar el EVP:

  • ¿Qué es importante para una persona a la hora de aplicar a un empleo. ¿Tú puedes ofrecerlo?

  • ¿Por qué una persona quisiera trabajar en tu empresa? ¿Qué hace felices a tus empleados?

  • ¿Qué aspectos aumentan la posibilidad de que los empleados decidan irse?

  • ¿Los líderes de la empresa y los empleados valoran las mismas cosas?

  • ¿Existen diferencias entre lo que es importante para diferentes grupos de empleados? Los criterios para segmentarlos pueden ser variados: género, edad, características del contrato, años en la empresa, departamento...

Es muy probable que debas realizar una serie de acciones que te permitan recopilar opiniones de primera mano. Algunas de las más comunes son:

  • Aplicar una encuesta de satisfacción a los empleados

  • Diseñar grupos focales con los diferentes equipos de la empresa

  • Recurrir a reclutadores externos que tengan un feedback más amplio del mercado laboral

Fase 4: Diseño del Employee Value Proposition

Una vez respondidas los cinco puntos clave anteriores, ya podrás comenzar a diseñar tu propuesta de valor para empleados. Esta fase del proceso deberías desarrollarla siguiendo tres pasos:

  1. Crea tu candidate persona

    Esta técnica proviene de los estudios de mercado y se trata de una representación de tu candidato ideal. La construcción de este “personaje” resultará de mucha ayuda para transmitir tu EVP correctamente y atraer a los candidatos adecuados.

    Puedes apoyarte en datos de su personalidad, habilidades que poseen, su experiencia y cualquier otro rasgo “deseable” en tus futuros empleados. Por supuesto, no olvides incluir qué les llevaría a abandonar tu empresa.

  2. Define tu EVP (¡al fin!)

    Como ya sabes, para definir el EPV es imprescindible transmitir qué distingue a la empresa de otras a la hora de ser valorada por los empleados. ¿Las oportunidades de superación? ¿Conciliación personal? ¿Plan de pensiones?

    Al mostrarte estos ejemplos, por lo comunes que resultan, podría parecerte muy poco probable el poder ofrecer una propuesta de valor distintiva. Sabemos que no siempre es fácil definirla cuando muchos de los beneficios que ofreces también se pueden encontrar en otras compañías. Por eso te compartimos un tip:

    Todos los beneficios de tu propuesta de valor para empleados no tienen que ser únicos. Lo que hace única tu propuesta es la combinación o adaptación de esos beneficios.

    Te muestro un ejemplo.

    La mayoría de las empresas que ofrecen un seguro de salud se concentran en cubrir a sus empleados y, en el mejor de los casos, a su familia. ¿Cómo competir con esto? Valora la posibilidad de ofrecer un seguro de viaje o uno para las mascotas de tus empleados.

    Revisa algunas de las estrategias de EVP que siguen la mayoría de las empresas y piensa cómo puedes usarlas desde una perspectiva diferente.

  3. Trabaja en un primer borrador de tu propuesta

    Con esta definición ya estarás en condiciones de documentar el Employee Value Proposition de tu empresa. Para hacerlo, no pierdas de vista lo siguiente:

6_Claves_para_escribir_la_propuesta_de_valor_para_empleados_4. Retroalimentación: Busca segundas, terceras y todas las opiniones necesarias

Quizás este paso puedas vencerlo con una simple reunión de equipo. Por lo general esto funciona en empresas pequeñas. En cambio, si tu compañía tiene un volumen elevado de empleados, es importante que identifiques quiénes no pueden dejar de participar en la revisión del EVP de la organización. Dependerá de la estructura propia de cada empresa.

Otro aspecto que no debes pasar por alto es sistematizar cuidadosamente todo el feedback que recibes y saber distinguir aquellos que sean una expresión de resistencia al cambio. Mantener una comunicación constante con los profesionales que tienen poder de decisión te ayudará a encontrar alternativas para superar posibles discrepancias. A veces es suficiente con un pequeño ajuste de la propuesta.

Fase 5: Lanzamiento

Para lanzar el EVP puedes dar riendas sueltas a tu imaginación. No existe una fórmula “ideal” para hacerlo. Puede ser a través de los canales internos de la empresa o impulsando iniciativas específicas para comunicarlo. Sin embargo, sí existen algunos puntos fundamentales en los que debes detenerte.

  • Recuerda que todo este proceso se basa en el compromiso y la inclusión de todos los miembros del equipo; así que agradece, en primer lugar, su participación.

  • Ayúdales a recordar por qué se ha realizado este proceso y qué importancia tiene para la empresa.

  • Apela al apoyo de todos los miembros de la organización para hacer un seguimiento permanente del cumplimiento del EVP definido.

Fase 6: Documenta e inserta tu EVP en el resto de los procesos de la empresa

Así como ocurre con otras políticas de la empresa, al definir la propuesta de valor para empleados deberás actualizar la comunicación y documentos institucionales. Todo debe transmitir claramente tu EVP.

Para esta fase deberías apoyarte en el departamento o la persona encargada de la comunicación y el marketing de la compañía. Sobre todo porque, entre los aspectos que debes modificar, se encuentran el sitio web (incluido el careers site) de la empresa, las redes sociales, anuncios, descripciones de las ofertas de empleo y los manuales de los que dispongan.

Fase 7: Mide el impacto de tu propuesta de valor

Hacer un seguimiento de las mejoras que vas logrando a partir de la definición del EVP es la principal forma de validarla.

Como todo proceso, la creación e implementación de la propuesta de valor para empleados supone una inversión de tiempo y recursos. Por tanto, para demostrar su impacto en la empresa, es fundamental que midas los resultados obtenidos y el cumplimiento de objetivos.

Una buena práctica es recopilar sistemáticamente todas las notas y la información que tengas sobre el por qué las personas quieren (o no) trabajar en tu empresa. Esto te ayudará a mantener tu EVP y las estrategias relacionadas con este actualizados.

Además, el ABC para realizar una evaluación rigurosa es definir métricas que permitan comparar y evaluar el impacto del nuevo EVP. Aunque puedes ir añadiendo indicadores a lo largo del proceso, a continuación te recomendamos algunos con los que puedes comenzar a medir.

Compromiso de los empleados

  • Rotación de personal: Número de empleados / Número total de empleados

  • Tasa de absentismo: Número medio de empleados x días laborales perdidos / Número medio de empleados x días laborales totales

Rendimiento de las contrataciones

  • Costo promedio por contratación: Costos totales de contratación / Cantidad de personas contratadas.

  • Volumen promedio de solicitantes: Promedio de solicitantes por vacante.

  • Tiempo medio para contratar: Tiempo que se tarda en cubrir una vacante.

  • Tasa de rechazo promedio: Cantidad de ofertas rechazadas por los candidatos / Cantidad de ofertas lanzadas.

En Viterbit hemos incluido filtros muy avanzados con estas y otras métricas para que puedas obtener reportes personalizados de todo el proceso. Descubre cómo nuestra plataforma puede ayudarte a medir el impacto del Employee Value Proposition de tu empresa. Solicita una demo.

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